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UNIVERSOS ENLAZADOS


Por Jazmín Cusse


Ulises Labaronnie es uno de esos artistas con los que una conversación puede bifurcarse al infinito llevándote a recorrer lo multidimensional de sus obras. Obsesionado con el Arte y la Ciencia, el acerca estos dos aspectos del mundo, que muchos consideran separados por un abismo, y los convierte en música.

¿Quién pudiera creer que un artista comenzara su camino con la paleontología? Ulises se fascinó con ella desde muy chico y a los trece años ya colaboraba en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, que le dio la oportunidad de ir en varias ocasiones a la Patagonia junto a un grupo de científicos en búsqueda de dinosaurios. En esos viajes comienza a experimentar el silencio,  la inmensidad y la dimensión del tiempo, y estos aspectos de la naturaleza que despertaron su ser interior constituirán los elementos esenciales de su obra. 

A los 21 años decidió por dedicarse a la música y se fue a vivir a la Patagonia. Allí formó un ensamble de música experimental denominado Ensamble Circular que duró doce años, editó 18 discos y realizó giras por toda la Argentina. Además, durante ese periodo se dedicó a dar seminarios y conciertos y desarrolló Arte-Ciencia, un programa para la difusión de la Astronomía a través de la música.

Durante su juventud se nutrió de todo tipo de música, siempre con una gran sensibilidad a aquellas que se construían a partir de una búsqueda de climas como la electroacústica, el jazz y el rock progresivo. Entre aquellos artistas que más lo influenciaron se encuentran Brian Eno, Robert Fripp, John Cage, Morton Feldman, Karlheinz Stockhausen y Oliver Messiaen. Por otra parte, el jazz noruego fue uno de sus descubrimientos en Parque Rivadavia más importantes que lo marcarán posteriormente. 

Él mismo se define como un músico experimental, con un enfoque que trasciende los límites estilísticos y que reúne elementos de diversos orígenes que convergen en un estilo personal y único. La música para Uli tiene que transmitir y para que lo haga debe, aunque sea por un momento, contener un lenguaje que el receptor también hable: “Algunos músicos experimentales acusmáticos electroacústicos han hecho un culto al hiperdesarrollo tecnológico pero pueden llegar a olvidarse de lo que ha movido al espíritu humano por milenios, que es la asociación de una nota con otra”. Compone tanto música tonal, atonal, tonal-atonal y electroacústica, utiliza todo tipo de máquinas que hacen todo tipo de ruiditos  pero siempre buscando que el oyente en algún momento tenga un “banquito donde sentarse”.

En uno de sus viajes a Buenos Aires conoce a la artista plástica constructivista Silvia Goytía con la que termina formando pareja. Ulises comienza a musicalizar las obras de Silvia y edita videos donde las descompone y busca una fusión entre ambas artes: “Siempre me dijeron q mi música era visual, quizás porque es instrumental, quizás porque es climática y, en general, se ha relacionado con lo abstracto”.  Gracias a una beca que le otorgan a ella, ambos se van a vivir a Paris durante unos meses y el aprovecha para componer y seguir trabajando en Unión Análoga, que logra ser presentado en Cité Internationale des Arts.

Durante su estadía en París lo contacta el trompetista noruego Arne Hiorth interesado por su trabajo y comienzan una serie de colaboraciones vía web de lo que resultó el disco The Kindom Within [El Reino Interior] editado a comienzos de este año por el sello noruego Deer Music en dicho país, y en el que también participó Sylvia con el arte de tapa y la cantante noruega Oddrun Eikli. Este álbum es el resultado de la conexión entre dos músicos de dos naciones lejanas, una música que retrata lo más profundo del espíritu, un espacio que no tiene límites y que siempre está  para descubrir.
 Además de los nombrados, Ulises colaboró con diversos artistas plásticos, compuso música para ciclos en el planetario y actualmente se encuentra trabajando en un proyecto de música para Saturno con otro músico noruego.  


Así, tejiendo y tejiendo entre universos, Ulises nos cuenta luego de una entretenida y larga charla, que sus expectativas para un futuro cercano son “Difundir esto y abrir las puertas para mi obra, hace un año que volví a Buenos Aires y un poco lo que quiero es que la gente conozca la música de Uli y el trabajo con las Artes Visuales que es lo que estuve haciendo en el ciclo de Kino Palais con Tomás Dotta, en las exposiciones con los pintores, de los videos que estoy continuamente subiendo. Pienso que es interesante también que se sepa sobre las colaboraciones que se están haciendo con Noruega.”